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Emociones y educación: Memorias de una deuda histórica

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Nuestra herencia racionalista instaurada por la modernidad, la cual llegó a nuestro territorio con la invasión europea, hizo crear una fuerte incisión entre razón y emoción, profunda división que no hacia parte del pensamiento originario del Abya Yala y que por el contario, a la llegada de los invasores europeos, estos ya contaban con siglos de marginación y olvido a las emociones, estas cuando no eran condenadas o despreciadas, eran consideradas interferencias o elementos perturbadores de la maquinaria de la razón. El “Pienso, luego existo” de la tradición moderna permitió el constante y permanente olvido de la alteridad y la corporeidad de las emociones en el entramado social.

Esta herencia de la separación entre razón (inteligencia) y emoción se remonta al origen de la civilización occidental. Desde la cultura griega se concebida como separadas la racionalidad y la emotividad, dejando a la primera como superior en todo sentido a la segunda, dando como resultado una cultura occidental que históricamente ha concebido a las emociones como enemigas de la razón y la verdad. Ahora, esta herencia divisoria caló fuertemente en los procesos educativos y formativos, la Escuela que hoy conocemos y de la cual somos resultado, es una Escuela occidental, de fuerte predominio racionalista.

Basta con ver que, en la mayoría de currículos educativos de Latinoamérica y el Caribe se sigue entendiendo la matemática, el lenguaje y las ciencias como áreas fundamentales e inamovibles del proceso educativo, dejando la moral, la ética, las artes, el cuerpo, la expresión y la estética fuera de este club y relegándolas a lugares secundarios y en muchos casos expulsándolas de las mismas Escuelas. Pues bien, esta fue la base de la conferencia “Emociones y Educación: memorias de una deuda histórica” orientada por el profesor Edgar Pineda en el marco de la primera sesión del diplomado en Pedagogía de las emociones, un aporte a la cátedra de paz.

El sábado 10 de agosto en el Auditorio Mayor de la Universidad Santo Tomás, nuevamente se congregaron docentes de Instituciones Educativas públicas y privadas del departamento del Meta y la ciudad de Villavicencio para hablar de educación para la paz. El diplomado que toman hace parte de las estrategias de Apropiación Social de Ciencia y Tecnología del proyecto de investigación financiado por COLCIENCIAS y coejecutado por las Universidades Santo Tomás, Distrital Francisco José de Caldas, SurColombiana y De la Amazonía, denominado: Pedagogía de las emociones para la construcción de paz en territorios de postconflicto.

Los docentes participantes recibieron la conferencia del profesor Edgar Pineda, quien expuso como la educación ha sido a travesada por el conflicto social y armado a lo largo de la historia de nuestro país. Además, se concentró en afirmar como volver a las emociones en la educación permitirá nuevamente entender a las Escuelas como espacios democráticos donde el racismo, el machismo, la cultura del silencio, el uso del otro para fines propios, el autoritarismo, el miedo, la agresión física y las violencias no tengan lugar. Para esto, insto a los docentes a desarrollar prácticas de aula con fuerte predominio emocional y de esta forma, aumentar la autoconfianza y la motivación, ampliar el circulo ético y desarrollar capacidades para la acción colectiva en la Escuela, todo esto desde las memorias y la ancestralidad.

Así mismo, se invitó a retomar prácticas de corporeidad en los currículos, entender el cuerpo como un fin y no como un medio, como un territorio atravesado por las vivencias y las memorias. En este sentido, el profesor José Vicente Ospina lideró un taller enfocado a corpografías del cuerpo, en el taller se desarrollaron dos ejercicios cualitativos que permiten la vinculación emocional de la alteridad y la corporeidad a la educación. El primero, tuvo que ver con la carta al cuerpo y el segundo con las cartografías del cuerpo, metodologías con fuerte herencia del pensamiento indígena del Buen Vivir y el Buen Conocer. Finalmente, los docentes participantes comprendieron la tarea de empezar a saldar la deuda con la educación a través de la pedagogía de las emociones para la construcción de paz(ces).

El diplomado durante el mes de agosto continuará de manera virtual y el próximo 7 de septiembre estarán presentes en la segunda sesión que tratará sobre “Pensar la educación desde los acuerdos de paz”, para esta sesión, el profesor Rodiel Rodríguez guiará una conferencia sobre el papel de la educación en los acuerdos de paz desde experiencias internacionales y hablará también sobre le papel de la educación durante y posterior a los Acuerdos de Paz en Colombia. En segundo momento, se liderará un taller sobre narrativas autobiografías, historias de vida y relatos del Yo como eje fundante de un proceso desde la pedagogía de las emociones.

Estas acciones son realizadas por el Grupo de Investigación ABA de la Unidad de Humanidades y Formación Integral de la Universidad Santo Tomás sede Villavicencio.


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